Vía Facebook, recojo esta afirmación de Eduardo Punset.
"Cuando el desprecio logra destruir la confianza en uno mismo y conduce al aislamiento y la tristeza, la vida carece de sentido."
Muchos días, al mirar a la cara a algunos de mis alumnos, veo desesperanza, tristeza, apatía y muchas veces desconfianza. Yo me empeño y no me canso día tras día en intentar, al menos, suavizar ese semblante, espejo del dolor causado por lo que han vivido y siguen viviendo muchos de ellos, supervivientes de conflictos armados, supervivientes de situaciones familiares violentas, supervivientes de la pobreza y de abusos inhumanos, vejaciones, suciedad, de la ignorancia paterna y social, muchos en un país diferente, con un idioma que no entienden... en fin, supervivientes.
Muchos días, cuando estoy con ellos en clase, admiro su valor y su esfuerzo al intentar adaptarse a una situación tan alejada de su vida real como es la escuela, que les obliga a la escolarización, pero les ofrece, en muchas ocasiones, una oportunidad más de sentirse desubicados y fuera del grupo.
Es cierto que nadie les pega en la escuela. ¡Ya no se pega! , pero alguna vez sí se les hacen comentarios despectivos ( si hay suerte no lo entenderán) y ven y notan actitudes y gestos de ninguneo y evitación.
¡Cuidado!
En el enlace puedes leer el resto del texto del blog de Eduard Punset.Blog de Eduard Punset » El impacto del lenguaje es sorprendentemente duradero
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