viernes, 4 de marzo de 2011

Por qué los gansos vuelan en V y "El cuento de las herramientas" en la salita de G

Curiosamente, cuando estaba preparando una sesión de formación para profesores y había decidido incluir el texto que viene a continuación y que lleva por título "Por qué los gansos vuelan en V", me fijo en un twit de Fernando Trujillo @ftsaez en el que remite al blog de una estudiante de magisterio, Gema, en el que se puede leer "El cuento de las herramientas" sobre trabajo en colaboración... clico en el link porque me gustan los cuentos y por el tema. Me ha encantado la elección que ha hecho para su artículo.

Os dejo aquí los dos textos y los enlaces a los artículos completos.


 La ciencia ha descubierto que los gansos vuelan formando una V porque cada pájaro bate sus alas produciendo un movimiento en el aire que ayuda al ganso que va detrás de él. Volando en V la bandada completa aumenta por lo menos un 71% más su poder de vuelo, a diferencia de que si cada pájaro volara solo.
Cada vez que el ganso se sale de la formación, siente la resistencia del aire y se da cuenta de la dificultad de volar solo. Por lo anterior, de inmediato se incorpora a la fila para beneficiarse del poder del compañero que va delante.
Cuando el ganso que va en cabeza se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso o gansa toma su lugar.
Los gansos que van detrás producen un sonido propio de ellos para estimular a los que van delante para mantener la velocidad.
Cuando una gansa o ganso enferma o queda herida, dos de sus compañeras se salen de la formación y la siguen para ayudarla o protegerla. Se quedan con ella hasta que esté nuevamente en condiciones de volar o hasta que muera. Sólo entonces las dos compañeras vuelven a la banda o se unen a otro grupo.
Parece que cuando compartimos una dirección común y tenemos sentido de comunidad, podemos llegar a donde deseamos más fácilmente y más rápido. Este es el beneficio del mutuo apoyo.

Este texto es parte de la experiencia "Educar con claridad y calidez" que mi querido compañero Jesús Gallego Herranz, Director y educador del Centro Puente, situado en Puente la Reina (Navarra), expuso en el congreso , celebrado en Valladolid, sobre abandono escolar temprano en octubre de 2010.
Acceder al texto completo

El cuento de las herramientas
 
En un pequeño pueblo, existía una diminuta carpintería famosa por los muebles que allí se fabricaban.  Cierto día las herramientas decidieron reunirse en asamblea para dirimir sus diferencias.  Una vez estuvieron todas reunidas, el martillo, en su calidad de presidente tomó la palabra.
-Queridos compañeros, ya estamos constituidos en asamblea. ¿Cuál es el problema?.  -Tienes que dimitir- exclamaron muchas voces.
-¿Cuál es la razón? – inquirió el martillo.  -¡Haces demasiado ruido!  - se oyo al fondo de la sala, al tiempo que las demás afirmaban con sus gestos. -Además -agregó otra herramienta-, te pasas el día golpeando todo.
El martillo se sintió triste y frustrado.  _Está bien, me iré si eso es lo que quereis. ¿Quién se propone como presidente?.
-Yo, se autoproclamó el tornillo -De eso nada -gritaron varias herramientas-.Sólo sirves si das muchas vueltas y eso nos retrasa todo.
-Seré yo -exclamó la lija- -¡Jamás!-protesto la mayoría-.   Eres muy aspera y siempre tienes fricciones con los demás.
-¡Yo seré el próximo presidente! -anuncio el metro. -De ninguna manera, te pasas el día midiendo a los demás como si tus medidas fueran las únicas válidas – dijo una pequeña herramienta.
En esa discusión estaban enfrascados cuando entró el carpintero y se puso a trabajar.   Utilizó todas y cada una de las herramientas en el momento oportuno.  Después de unas horas de trabajo, los trozos de madera apilados en el suelo fueron convertidos en un precioso mueble listo para entregar al cliente. El carpintero se levanto, observo el mueble y sonrió al ver lo bien que había quedado. Se quitó el delantal de trabajo y salió de la carpintería.
De inmediato la Asamblea volvió a reunirse y el alicate tomo la palabra: “Queridos compañeros, es evidente que todos tenemos defectos pero acabamos de ver que nuestras cualidades hacen posible que se puedan hacer muebles tan maravillosos como éste”.   Las herramientas se miraron unas a otras sin decir nada y el alicate continuo: “son nuestras cualidades y no nuestros defectos las que nos hacen valiosas. El martillo es fuerte y eso nos hace unir muchas piezas.   El tornillo también une y da fuerza allí donde no actua el martillo. La lija, lima aquello que es áspero y pule la superficie.  El metro es preciso y exacto, nos permite no equivocar las medidas que nos han encargado.  Y así podría continuar con cada una de vosotras.
Después de aquellas palabras todas las herramientas se dieron cuenta que sólo el trabajo en equipo les hacia realmente útiles y que debían de fijarse en las virtudes de cada una para conseguir el éxito.

 Por Juan Mateo, del libro "Cuentos que mi jefe nunca me contó"


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